Decimos
que para contribuir en el diálogo, los teólogos deberían antes visar la
formación de la conciencia moral más por el debate y por la presentación de
alternativas que por anatematizar moralmente, es decir, que la apuesta debe
estar en el compromiso moral con el diálogo. Siempre me entusiasmó este tema
“educación como formación del espíritu humano”.
Me
interesa poder conocer al ser humano, tratar de interpretarlo, preguntándome: ¿es
posible formar el espíritu humano? si es
posible ¿cómo se forma este espíritu? Intentando expresar una propuesta ante
este desafío y este cuestionamiento, desde mi propia realidad originaria;
porque ¿cómo valorar la cultura sino es desde mi propia cultura, desde mi
propio estar en el mundo, desde mi propia valoración?
Una
educación que mira la persona misma, forma el espíritu de la persona y no sólo
su intelecto, no es cuestión de información sino de formación misma del ser
humano; esta formación es en los valores que templan y forman el carácter
humano, para ser mejores personas, para vivir mejor con la sociedad, con
nosotros mismos. Por Ada E. Romero Obregón (aluna).
Créditos da foto: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPcMtY4zW3zEad6uxfJtJClWxb6b995jum4ZDgAG54FJ0OP06jTOpi-6FbZXv7D7rFQtf5Vu0lW69by5z8sX1ortqzCJqUM5yGfMIG4zkeRZqKKq6EMaIoY7fQVI16hANIylIIxKF0i1Qg/s1600/20080125083347-valores.jpg
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