quinta-feira, 16 de fevereiro de 2012

Educación en valores: despliegue del espíritu humano - III


En el ámbito que “no todo da igual” es en el que se mueven los valores, pues al mundo lo resentimos, esto tiene que ver con la “altura de valores”, se necesitan criterios, pues ¿cómo puede valorarse la altura de valores sino es desde la propia instalación en el mundo?
La educación en valores es un tema antropológico, toca la sensibilidad humana, cuestiona el sentido o el sin sentido de la vida; trabajar y apostar por la vivencia de valores humanos devolverá dimensiones esenciales que dan cuenta de los fundamentos mismos de la vida, y nos salvaremos de caer en el aparente “todo da igual”.
La inteligencia como órgano del “homo faber” da cuenta de la “medida” del “cálculo”, pero no da cuenta de los “fundamentos” de la realidad humana, de la unidad en la totalidad, podemos preguntarnos ¿qué daría cuenta de estos fundamentos? ¿qué es lo que nos hace humanos? Es una invitación a pensar profundamente la vida, pues hay insuficiencia sólo en las ciencias o sólo en la cultura que dominada por una racionalidad mecánica nos coloca en medio a cuestionamientos nuevos que dicen de nosotros.
En nuestra actualidad, movidos por los avances tecno científicos, el ser humano como un pequeño “dios” parece dominado por un impulso insaciable e incontenible, “toca” en todo, interviene en los ciclos de la vida, fuerza a una tierra a nutrir las producciones de otra, a un árbol lo fuerza a llevar los frutos de otro, a una célula a transformarse  en un clon de su original (hasta ahora sabemos de animales) ¿cuál es nuestra postura? ¿cuál nuestro aporte para el desarrollo del ser humano en su totalidad? ¿damos cuenta de dialogar en este lenguaje actual que es plural?
Lograr la recuperación del ser humano de valores y su espíritu abierto, que con asombro se deja enseñar y cuestionar por lo que en el mundo le da qué pensar,  en mi propia vida, ya sería un bien extraordinario, ser capaz de motivar e incentivar a otros a recuperarlo y formarlo, es decir, propiciar su despliegue, sería fantástico. Por Ada Romero (aluna)
Créditos pela figura: http://mariabarcelo.blogia.com

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