Con el
inicio de las variadas concepciones de bioética vistas en nuestra aula de los
días 14 y 15 de febrero de 2012, llama la atención una película en donde la
bioética puede intervenir con sus apreciaciones. Dicha película se titula "La
decisión de Anne". La trama consiste en una familia que tiene una hija que
resulta con leucemia a la edad de los dos años. Ante la angustia de los padres,
ellos deciden tener un hijo producido "In vitro", en el
cual se selecciona un embrión determinado con el fin de que dicho bebé sea
compatible con su hermana enferma y, de ese modo, pueda donarle sangre, médula
ósea o lo que se ofrezca. El personaje que representa la hija "In vitro" se
llama Anne, una adolescente que luego de varias donaciones dolorosas, un día
decide negarse a donar un riñón que precisaba su hermana enferma. Esto genera
una crisis muy fuerte en la familia, especialmente con su madre. Así, Anne
decide contratar a un abogado para su causa.
Como
vemos, esta película plantea problemas que la bioética como campo de encuentro
de diversas disciplinas tiene algo a decir. De este modo, por ejemplo, podemos
traer a colación la ética kantiana que afirma que el ser humano no puede ser
usado como medio, sino qu és fin en si mismo. Según esta visión ética filosófica, a pesar de
los avances de la ciencia genética, es muy cuestionable la idea de utilizar un
embrión para producir un ser humano como medio, así sea para salvar la vida de
otra persona.
Ahora, el
desenlace de la película trae una cuestión interesante para el debate: el motivo
del rechazo de la donación del riñón, no se debe a que Anne no quiera más
someterse a tales tratamientos, sino porque su propia hermana le ha pedido que
no le done más órganos.
Ante semejante situación, vemos que el ser humano como
ser relacional precisa de la libertad individual para poder verdaderamente ser "persona" en todo
el sentido que la palabra implica. Para amar verdaderamente, precisamos ser
libres, de lo contrario, nos volveremos en seres alienados o esclavizados por
los intereses de los distintos poderes, ya sean económicos, políticos o
científicos. Muy en nuestro interior, tenemos la capacidad de elegir, de
escoger, y sólo así podremos ser libres para amar y ser amados. Por Freddy Castañeda (aluno)
Créditos da imagem: http://faculty.mercer.edu/spears_a/studentpages/heuristics/Decisions.gif
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