quarta-feira, 22 de fevereiro de 2012

LA ÉTICA PRAGMÁTICA O UTILITARISTA: LA INFERTILIDAD




Frente a una ética utilitarista que busca la utilidad de la acción y no tanto su fin, bien cabe la posibilidad de hablar de una manera menos problemática la cuestión de los avances bio-tecnológicos y científicos.
Así, ante los avances tecnológicos de la fecundación In vitro, la ética utilitarista no tiene problema en afirmar que el embrión, al no ser constituido como persona, se le puede manipular con fines investigativos y en pro de un mejor bienestar humano. La idea es mejorar la calidad de vida en nuestro mundo, en otras palabras, buscar el máximo beneficio para la mayor cantidad de individuos. Es así que el criterio de esta ética es la búsqueda de felicidad para la mayor cantidad de personas posibles.
Ahora, para que se desaroole un embrión desde el laboratorio, es necesaria la muerte (o congelamiento) de otros embriones. Tal acto es moralmente cuestionable. Sin embargo, según la ética utilitarista, la posibilidad, por ejemplo, que una pareja de esposos estériles puedan por estos medios tener un hijo es válido en la medida que se está buscando la felicidad de tal pareja. Además, la posibilidad de una nueva vida humana es un argumento muy fuerte frente la ausencia total de una prole.
No obstante, existen otras éticas que condenan la fecundación  In vitro, ya que la pérdida de los muchos embriones representa la muerte de muchas vidas humanas en potencia. La Iglesia católica, por ejemplo, afirma lo siguiente: "No se puede apelar al ‘derecho a engendrar’ que tendría la pareja. En realidad entre los cónyuges existe sólo un derecho a tener relaciones conyugales abiertas a la procreación, si así no fuera sería invalido o ilegal cualquier matrimonio infértil"[1].  Es decir,  el derecho a engendrar no justifica la utilización de estos medios para prolongación de la prole, porque siempre cabe la posibilidad dentro de un matrimonio el de tener o no tener hijos.
No obstante, una persona con una ética utilitarista afirmaría que por el hecho que un matrimonio infértil no sea ilegítimo no justifica razonablemente el derecho a la pareja a tener un hijo. Así, como vemos la cuestión no es fácil de resolver en especial en un medio cristiano. Por Fredy Humberto Castañeda Vargas (aluno).


Créditos pela figura: http://www.fisica-interessante.com/image-files/epistemology-dogmatism.gif

[1] http://es.catholic.net/abogadoscatolicos/449/947/articulo.php?id=4431

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