Una de las cosas implícitas, que ha sido una de las
características del pensamiento científico-técnico, es la idea de necesidad. Algo
que sucede necesariamente es algo que no tiene otra manera de ser y que esta
por así decirlo condenado a reproducir en si mismo una ley que lo define, por
ejemplo, la caída libre de un cuerpo lanzado al vacío sobre la superficie de la
tierra es un evento necesario que esta descrito por una ley matemática que
describe la posición del objeto en función del tiempo.
Esa idea de necesidad, esta presente desde la
filosofía clásica al identificar a Dios con la causa primera del mundo. Dios
queda sujetado, obligado a entrar en la cadena causal y por tanto necesaria,
eliminando su libertad y de paso causando el conflicto entre fe y teología que
fue propio de la modernidad, donde la Iglesia adopto una posición de distanciamiento
frente a las tendencias modernas, porque el avance científico cuestionaba la
relación de Dios con el mundo.
En este sentido el texto de Germano[1],
muestra como una teología de la creación que superando la necesidad entra en el
ámbito de la gratuidad, deja sin sentido la antigua idea de necesitar a Dios como
causa primera y explicación de mundo. Una vez liberado Dios de esta pesada
tarea, la Iglesia entra en una valoración positiva de la creatividad humana y
la investigación científica acerca del origen de universo, como queda claro en
los textos del CV II, en su encíclica Gaudium
Spes[2].
Por Néstor Fajardo (aluno)
Créditos da figura: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-SwQ0X-8vUvaxWML69XylRIglNESjdXrwZARzNpzX9ORcyMMU8Emd_dHm_rX9rPJe2fVw6uLSuz_nyZSUQP3JBdQPjCF_4x-FgygMlgp-S0l7qr-IfY7ATaW1Dl3_2v6XHKAP-YBjag0/s320/Chained+hands++iStock_000002557077Small.jpg
[1]
CORD NETO, G., Aulas IV e V: ciências e teologia. FAJE, Departamento de
Teología, disciplina de Bioetica 2011/1.
[2]
Gaudium Spes 36.
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