A partir de Dios hecho hombre en la persona de
Jesucristo, los seres humanos comprendemos el horizonte de plenitud al cual
estamos llamados. En Jesucristo se muestra de nuevo lo que afirma Germano[1],
que la presencia de Dios en el mundo no se da por una especie de “espíritu en
la materia, ni como espiritualización de la materia”, sino que “la presencia de
Dios solo puede acontecer en el mundo como sentido”. Es decir, Dios no es más
necesario como causa primera del mundo, sino que se hace presente como causa
final, en el orden de lo teleológico: Jesús como horizonte futuro del hombre.
En palabras del magisterio de la Iglesia: “la ley moral tiene en cristo su
plenitud y unidad”[2].
Luego, la ley natural, definida por Benedicto XVI como
uma mensagem ética contida no ser, se
muestra plenamente en Jesucristo[3].
Pero que significa esto en último término? que a pesar del aparente caos que
nos rodea y la sensación de confusión del mundo
contemporáneo, la creación supone un orden, y el ser humano como parte de la
creación esta llamado a adecuarse y armonizar ese orden. Esta idea de
adecuación es la que está presente en la tradición sapiencial del pueblo de
Israel. Alcanzar la sabiduría es tener la humildad de reconocer que formamos
parte de un cosmos ordenado que nos precede y en el cual es posible vivir bien,
en vista al horizonte que es Jesucristo.
La ley natural no es pues una camisa de fuerza, o una
ley externa que exige de nosotros un comportamiento forzado, sino por el
contrario es una verdad profunda que habita nuestro corazón y que se inaugura
plenamente con la encarnación de Jesucristo que responde a las promesas del
Antiguo Testamento: eu depositarei minha
instrução no seu íntimo, inscrevendo-a em seu coração (Jr, 31, 33). Por Néstor Fajardo (aluno).
Crédito da figura: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyzldtgUvlePqGlyA2N0B4so6m5K0JkqszE5xg5FnnEvb9fJnD2xCYFMWGHV7nTLV8fB5PRe3AdqGJxRh9CTQw8ej_SQUOouLWFa9NQdkFGBbfyvg6DEkMl8N3Rt0T2xhyobKt5JKs_J8/s1600/day-one-creation-of-man-by-lester.jpg
[1] CORD
NETO, G., Aulas IV e V: ciências e teologia. FAJE, Departamento de Teología,
disciplina de Bioetica 2011/1.
[2] Catecismo de la Iglesia Católica, tercepa
parte, primera sección, articulo 1, ítem 1953. Disponible on-line en: http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p3s1c3a1_sp.html.
[3]
DISCURSO DO PAPA BENTO XVI AOS PARTICIPANTES NO CONGRESSO SOBRE LEI MORAL
NATURAL PROMOVIDO PELA PONTIFÍCIA UNIVERSIDADE LATERANENSE, 12 de Fevereiro de
2007.
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